Si se elige el plástico apropiado para los componentes que van a estar en contacto con alimentos y, por tanto, sometidos regularmente a limpieza, desinfección o esterilización, no hará falta una protección adicional contra la corrosión, algo que normalmente sí es necesario para los metales (por ejemplo, pintura, tratamiento de la superficie o aleaciones especiales más caras). Todos los plásticos de grado alimentario de Ensinger son resistentes a los agentes limpiadores, lo que garantiza la reutilización y seguridad de los componentes. Además, utilizando materiales azules es más fácil comprobar si los componentes están limpios, ya que las esporas, el moho y los residuos de alimentos y detergentes contrastan más y son más visibles que en materiales de otro color.