Las fibras de aramida son las que menor peso específico tienen y se caracterizan por su extrema dureza y resistencia a la abrasión. Otra característica notable es su coeficiente de expansión térmica negativo. Sin embargo, debido a su alto grado de dureza, las fibras de aramida pueden ser difíciles de procesar.
Los plásticos con aramida se utilizan principalmente cuando existen requisitos extremos de resistencia a impactos, amortiguación y resistencia a la abrasión, además de un peso reducido.
En comparación con otras fibras de refuerzo, como la fibra de vidrio, la fibra de aramida es considerablemente más cara.